Un grupo de astrónomos europeos acaba de anunciar el descubrimiento de un exoplaneta. Presenta un tamaño ligeramente mayor que Júpiter, y probablemente sea gaseoso, por lo que no se parece a la Tierra. Pero, ¿qué es un exoplaneta?, y ¿por qué es importante su descubrimiento?
Lo que realmente llama la atención de este planeta, es que no se formó en nuestra galaxia. Este planeta, junto con su estrella, HIP13004 formaban parte de una pequeña galaxia muy cercana a la nuestra, y que hace 9.000 millones de años fue devorada por ella. En palabras de Rainer Klement, uno de los autores del estudio, "Por primera vez, los astrónomos han detectado un sistema planetario en un grupo estelar de origen extragaláctico. A causa de las enormes distancias, aún no tenemos detecciones confirmadas de planetas en otras galaxias. Pero esta fusión cósmica ha puesto un planeta extragaláctico a nuestro alcance".
El canibalismo galáctico no es un fenómeno aislado. Sabemos que, durante su larga historia, la Vía Láctea ha devorado a cuantas galaxias menores ha ido encontrando a su camino, y ni siquiera la Vía Láctea, nuestro hogar en el espacio, se librará de sufrir un destino parecido. En un futuro lejano, nuestra galaxia chocará y se fundirá con Andrómeda, otro gigante de sus mismas dimensiones y que hoy es la vecina más próxima, a dos millones de años luz de distancia.
Por si fuera poco, la estrella que acompaña al planeta ha superado ampliamente el ecuador de su existencia y ha pasado la turbulenta fase de expansión por la que pasan todas las estrellas que han agotado su combustible principal, el hidrógeno. En ese momento, las estrellas se convierten en gigantes rojas, y crecen hasta alcanzar varias veces su tamaño, tragándose a menudo sus sistemas planetarios al completo. Nuestro propio Sol hará lo mismo dentro de 5.000 millones de años.
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