La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.
Albert Einstein.

Bebés altruistas

Antes se pensaba que al nacer, no hay moral alguna. Se creía que los bebés incluso podían matar a un animal pequeño. Existen experimentos muy bonitos como el realizado por Felix Warneken del laboratorio de estudios del desarrollo de la Universidad de Harvard que demuestran que esto no es correcto, y que, al menos algunos aspectos de la moralidad, como la empatía y la compasión, existen incluso en los niños más pequeños. Warneken hacía que se le cayera un bolígrafo al suelo y se colocaba de forma que no podía alcanzarlo, pero el bebé sí. Si gateaba por la habitación podía alcanzarlo y devolvérselo al experimentador. Demostró que incluso bebés de 14 meses se subían a los cojines, cogían el bolígrafo y se lo devolvían. En cambio, no lo hacían si Warneken lo había tirado voluntariamente. Se trata de un claro ejemplo de altruísmo.

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