La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.
Albert Einstein.
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Z, de tiburón zorro




Durante años los científicos han establecido diferentes hipótesis sobre para qué emplea su desmesurada cola este animal conocido como tiburón zorro (Alopias pelagicus). Finalmente, la mayoría se decantaron por la más coherente; se trata de un instrumento de caza, que el animal emplea a modo de látigo. En este vídeo podemos ver a este maravilloso cazador en acción.
Fuente: Naukas.com

Antenas parabólicas vegetales


El néctar de las flores y sus vistosos colores atraen a los insectos polinizadores, pero ¿cómo atraer a los murciélagos que tienen problemas de visión? la Macgravia evenia ha evolucionado de tal forma que tiene las hojas ahuecadas para facilitar la ecolocalización por parte de los murciélagos. Esta adaptación se produce a expensas de una fotosíntesis eficiente, pero el beneficio de atraer a los polinizadores e mayor. 

Bunostegos akokanensis, el reptil desértico de cabeza bulbosa


Esta extraña criatura ha sido bautizada como Bunostegos akokanensis, pertenece a la familia de los Pareiasáuridos, unos grandes herbívoros que vivieron su apogeo durante el Pérmico Medio y Superior (hace entre 266 y 252 ma).
Los fósiles que han sido desenterrados en los últimos años en diversos lugares del mundo han revelado que los pareiasáuridos podían llegar a medir hasta tres metros de longitud y a pesar más de media tonelada. Pese a su gran tamaño, su cabeza era proporcionalmente muy pequeña y solía estar recubierta de bultos.
"Imaginen un reptil herbívoro del tamaño de una vaca con un cráneo con protuberancias y una armadura ósea en su espalda". Así describe la paleontóloga Linda Tsuji el aspecto que debía tener el espectacular animal del que han desenterrado fósiles craneales en el norte de Níger y cuyas características describen esta semana en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.
No obstante, lo destacable de este descubrimiento es que respalda la teoria de un gran desierto central en el continente de Pangea. “Nuestro trabajo respalda la teoría de que el centro de Pangea estaba aislado climatológicamente, permitiendo a una fauna única que persistiera hasta el Pérmico superior", señala Christian Sidor, coautor del estudio.

Lynn Margulis (5 de Marzo de 1938 - 22 de Noviembre de 2011)

El pasado 22 de noviembre fue un día triste para el mundo de la ciencia, especialmente para la biología. Considerada una de las más notables científicas del siglo, Lynn Margulis falleció en su domicilio de Massachusetts a los 73 años.
Desde el principio, Margulis se centró en el origen de la vida en la Tierra, y cómo ésta se hizo fuerte en el planeta. A ella se le atribuyen tres importantes teorías evolutivas, las cuáles os invito a repasar.

La primera es la teoría de la endosimbiosis seriada (SET), considerada por la propia Margulis como su mejor trabajo, trata de describir el origen de las células eucariotas como consecuencia de sucesivas incorporaciones simbiogenéticas de diferentes células procariotas (bacterias de vida libre). Fue publicada en diferentes artículos y libros: On Origen of Mitosing Cells (1967), Origins of Eukaryotic Cells (1975) y Symbiosis in Cell Evolution (1981). La genética ha demostrado recientemente el origen simbiogenético de las mitocondrias de las células animales y de los cloroplastos de las células vegetales, dando la razón a Margulis años después.

"Las bacterias, fusionadas en simbiosis, nos dejan pistas de su anterior independencia. Tanto las mitocondrias como los plastos son bacterianos en su tamaño y forma. Todavía más importante es que estos orgánulos se reproducen de manera que hay muchos presentes a la vez en el citoplasma pero nunca dentro del núcleo. Ambos tipos de orgánulos, los plastos y las mitocondrias, no sólo profileran dentro de las células sino que se reproducen de manera distinta y en momentos diferentes a los del resto de la célula en la que residen. Ambos tipos, probablemente 1.000 millones de años después de su fusión inicial, retienen sus propias reservas reducidas de ADN. Los genes de los ribosomas de las mitocondrias recuerdan sorprendentemente a los de las bacterias respiradoras de oxígeno que viven actualmente por su cuenta. Los genes ribosómicos de los plastos son muy parecidos a los de las cianobacterias."

Lynn Margulis, Planeta Simbiótico.

Su segunda teoría, es la de la simbiogénesis. La simbiogénesis es el resultado de la simbiosis estable y prolongada que da como resultado la transferencia de material genético. Margulis, propuso que la mayoría de la novedad biológica podría provenir de procesos simbiogenéticos.

"Los micorbios son verdaderos especialistas en pasarles su ADN a otros en forma de genes enteramente funcionales. Estas artimañas sustentan la historia de la evolución darwiniana. Los microbios abandonados a su suerte, en condiciones de estrés y privaciones, tienden a unirse a otras formas de vida. Algunas de estas asociaciones duran una estación, o incluso menos, pero ocasionalmente, tienden a unirse a otras formas de vida. Algunas de estas asociaciones duran una estación, o incluso menos, pero ocasionalmente los microbios se funden permanentemente con formas de vida superiores."

Margulis y Sagan, Captando Genomas, 2003.

La tercera teoría no está exenta de cierta controversia, la teoría de Gaia es atribuida a James Lovelock. Margulis apoyó dicha teoría desde el principio ampliándola y aportando su visión de cómo las bacterias son las principales culpables de las transformaciones químicas en la biosfera. Esta teoría afirma que la Tierra fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para si misma, es decir, se autorregula.

"Lovelock postula que tanto la composición química de la atmósfera, como su temperatura global, la salinidad de sus océanos y la alcalinidad de la superficie de estos, no son parámetros aleatorios, sino que presumiblemente vienen regulados por el metabolismo de la suma de la vida sobre la Tierra. La Tierra presenta algunos rasgos propios de organismos individuales, está construida en gran medida a base de células que se reproducen, toma sus nutrientes del agua y produce incesantemente residuos. Ambos entran en asociaciones ecológicas, en ocasiones simbióticas, absolutamente necesarias para el reciclado de residuos, lo cual determina que el reino celular se expanda. El resultado consiste en que, con el paso del tiempo, el medio ambiente se vuelve cada vez más organizado, diferenciado y especializado."

Margulis, Captando Genomas, 2003.

La cigüeña gigante

Se trata de un nuevo ejemplo del fenómeno conocido como gigantismo insular. También existe el fenómeno divergente de enanismo insular. Se trata en cualquier caso de un fenómeno de especiación alopátrida (por aislamiento geográfico) de animales que colonizan islas apartadas. Las especies crecen paulatinamente con el tiempo. Las causas son diversas, entre ellas hay que destacar la ausencia de depredadores y competidores así como la presencia de presas grandes.
Leptoptilus robustus habitó la Isla de Flores, en Indonesia hace entre 20.000 y 50.000 años. Convivió por tanto con Homo floresiensis, apodado "el hobbit" debido a su baja estatura que recuerda a las criaturas descritas en la obra de Tolkien. Medía casi 2 metros de altura y pesaba unos 16 kg. El estudio ha sido publicado en Zoological Journal of the Linnean Society. Se han hallado muy pocos fósiles de aves en estas islas. Leptoptilus se extinguió a finales del Pleistoceno (unos 12.000 años atrás).

Usted misma lo hizo en nueve meses...

En una ocasión, J. B. S. Haldane (uno de los arquitectos del Neodarwinimo) fue desafiado en una ocasión por una señora después de una conferencia pública:

Escéptica de la evolución: Profesor Haldane, incluso con los miles de millones de años de los que usted ha dispuesto la evolución, simplemente no puedo  creer que sea posible ir desde una simple célula hasta un complicado cuerpo humano, con sus miles de millones de células organizadas en huesos y músculos y nervios, un corazón que bombea sin cesar durante décadas, miles y miles de vasos sanguíneos y túbulos renales, y un cerebro capaz de pensar y hablar y sentir.

J. B. S.; Pero señora, si usted misma lo hizo. Y sólo tardó nueve meses.

Tomado de Evolución: El mayor espectáculo sobre la Tierra, de Richard Dawkins.

Los necios y su "eslabón perdido"

Ya ha comenzado la segunda década del siglo XXI y, aunque parezca mentira sigue habiendo gente en el mundo que niega el Evolucionismo. Muchas publicaciones influyentes no ayudan demasiado a erradicar el creacionismo utilizando términos obsoletos como "eslabón perdido". Muchos creacionistas siguen empleando como argumento el ya conocido "muéstrennos el eslabón perdido, y creeremos en el Evolucionismo". Se refieren obviamente a un espécimen intermedio entre los chimpancés y nosotros mismos. Nosotros NO descendemos de los chimpancés, sino que compartimos un antepasado común cercano en el tiempo. No obstante, es razonable suponer que dicho antepasado fuera más parecido al chimpancé que a nosotros, puesto que el hábitat ancestral del chimpancé apenas ha cambiado desde entonces.
En cualquier caso, los paleontólogos y zoólogos ponen nombres a sus descubrimientos, pero no hay que olvidar que dichos nombres nunca están exentos de cierta polémica, y son consecuencia de la insistencia humana de asignar todo a una categoría. Así por ejemplo, los cráneos KNM ER 1813 y KNM ER 1470 datados en aproximadamente 1,9 millones de años son considerados por la mayoría de las autoridades como del género Homo, pero no siempre fue así. KNM ER 1813 se ha llegado a clasificar como Australopithecus habilis y como Homo habilis, mientras que KNM ER 1470, como A. habilis, H. habilis, A. rudolfensis, y H. rudolfensis. Lo mismo sucede con el cráneo OH 24 (conocido como Twiggy), clasificado por algunos como A. habilis y como H. habilis por otros.
¿Debería esta confusión de nombres reducir nuestra confianza en la ciencia evolutiva? Todo lo contrario. Eso es exactamente lo que cabría esperar, dado que todas estas criaturas son especímenes intermedios, el registro fósil está lleno de "eslabones perdidos". Deberíamos estar preocupados si no hubiera especímenes intermedios tan cercanos a los límites, y por tanto, tan difíciles de clasificar. De hecho, la asignación de nombres sería imposible si el registro fósil estuviera más completo. Como escribió Darwin en su obra "El Origen del Hombre": "En una serie de formas que van cambiando gradualmente desde alguna criatura parecida a un mono hasta el hombre que ahora existe, sería imposible fijar un punto definido en el que debiera ser utilizado el término "hombre".
En definitiva, los nombres no importan, y ya no hay "eslabones perdidos", abundan los especímenes intermedios.


Tomado de Evolución: El mayor espectáculos sobre la Tierra, de Richard Dawkins.

¿Selección artificial o extraña coincidencia?

Lo que podéis ver en la foto superior es un cangrejo de la especie Heikea japonica encontrado en aguas de Japón, y un grabado en madera de una máscara kabuki que representa un samurái. El nombre genérico del crustáceo, Heikea, procede de un clan japonés, los Heike que fueron derrotados en la batalla marina de Danno-Ura (1185), por el clan rival de los Genji. Cuenta la leyenda que los espíritus de los guerreros Heike habitan ahora el fondo del mar en los cuerpos de estos cangrejos. El mito se refuerza por el patrón que tiene este cangrejo en la espalda, y que corresponde con líneas de inserciones musculares, que recuerda el gesto de ferocidad de los guerreros samuráis.
Con el tiempo, los zoólogos, han contado con una interesante teoría para este fenómeno; en palabras de Julian Huxley: "El parecido del Dorippe (antiguo nombre para Heikea) con un guerrero japonés enfadado es demasiado específico y demasiado detallado como para ser accidental... Se produjo porque los cangrejos con un mayor parecido a la cara del guerrero eran comidos con menos frecuencia que los otros". Esta teoría de selección artificial realizada involuntariamente por los pescadores japoneses recibió un nuevo impulso en 1980 cuando Carl Sagan habló de ella en su libro Cosmos: "Supongamos que, por accidente, entre los antepasados lejanos de este cangrejo, apareció uno que se parecía ligeramente a un rostro humano. Aun antes de la batalla de Danno-Ura, los pescadores podían haber sido reacios a comer estos cangrejos. Al echarlos de nuevo al agua pusieron en marcha un proceso evolutivo... Al pasar las generaciones de cangrejos y pescadores, los cangrejos con dibujos que recordaban la cara de un samurái sobrevivieron preferentemente hasta que, en algún momento, lo que había no era sólo un rostro humano, ni el rostro de un japonés, sino la cara de un feroz samurái con el ceño fruncido".
Pese a todo, Richard Dawkins en su libro Evolución: el mayor espectáculo sobre la Tierra, es reacio a creer en esta teoría, y defiende que todo es consecuencia de la facilidad del cerebro humano para ver caras en patrones aleatorios, que además se refuerza si el patrón es simétrico.

Sobre Darwin y el evolucionismo

Los principios de la evolución fueron expuestos en 1859 por Darwin, no obstante, si son válidos para todos los seres vivos, y por tanto, han estado vigentes desde que el ser humano apareció sobre la Tierra, ¿por qué se tardó tanto en descubrirlos?. Sencillamente, porque la evolución trabaja tan lentamente que no es apreciable en el curso de la vida de una persona. A día de hoy, a pesar de las muchas especies que hemos visto extinguirse, pocos son los que han visto surgir una especie nueva a partir de otra anterior. La evolución no se puede mostrar en pleno funcionamiento. En los últimos 15 años, la genómica, nos ha permitido observar el vínculo genético que existe entre organismos aparentemente tan dispares como  la anémona de mar y el ser humano.
Hubiese sido fascinante para Darwin poder comparar la serie de genomas ancestrales que ha derivado en una especie moderna concreta. De esta forma hubiese podido ver los cambios producidos en el paso del vertebrado ancestral, al mamífero ancestral, de ahí al primate ancestral, y por último, al ser humano moderno. Por desgracia el ADN de cualquier organismo se degrada en pocos miles de años, por lo que es necesario comparar los genomas de especies actuales.

La importancia de vivir despacio y morir tarde

Los primates catarrinos (entre los que se encuentra el ser humano) cuentan a grandes rasgos con cuatro grandes etapas en su vida marcadas por la salida de las tres muelas de la dentición definitiva. La emergencia de la primera muela coincide con el final de la primera infancia, en la que la cría se separa muy poco de la madre y que comprende básicamente la época de lactancia (en el ser humano se prolonga más tiempo). La aparición de la segunda coincide con la pubertad y por último, la emergencia de la muela del juicio corresponde al final del desarrollo y al comienzo de la vida adulta. Las etapas son esencia las mismas en todos los primates, aunque su duración es variable. Así por ejemplo, entre los monos antropomorfos (chimpancés, gorilas, gibones y orangutanes) el recién nacido llega al mundo con un cerebro que representa más de la tercera parte del volumen del cerebro del adulto, mientras que el neonato humano representa menos de un cuarto. Esto quiere decir que el recién nacido humano está mucho menos desarrollado cerebralmente y por tanto más desvalido en el momento de su nacimiento. Esto se contrarresta con la aparición en el género Homo de una niñez prolongada, y de la adolescencia. La infancia se prorroga hasta los ocho años, en la que el niño ya no precisa de la leche materna (por lo tanto la madre puede volver a concebir) pero cuyas características de crecimiento y desarrollo siguen siendo muy similares a las de la infancia.
Mediante recuento de las líneas de crecimiento del esmalte (llamadas Retzius) de los incisivos de algunos fósiles, se ha averiguado que tanto los australopitecos, como los parántropos y las especies más primitivas del género Homo (H. habilis y H. rudolfensis) tuvieron un período de desarrollo similar al de los chimpancés.
Pues bien, la estrategia de vivir despacio y morir tarde parece ser una característica clave de nuestra especie, ya que esta infancia prolongada facilita el aprendizaje adicional, y el desarrollo de la capacidad cognitiva compleja de los individuos. Recientemente, Tanya Smith, especialista en evolución humana de la Universidad de Harvard (EEUU) y su equipo han descubierto que el crecimiento dental del Hombre de Neanderthal (H. neanderthalensis), un importante indicador de desarrollo, era también notablemente más rápido que el de nuestra especie, al igual que pasaba con especies más primitivas del género Homo. El hallazgo sugiere que el desarrollo lento es un rasgo evolutivo relativamente reciente (unos 90.000-100.000 años).