En ocasiones, cuando leo un libro, o veo una serie o una película de ciencia ficción, pienso en lo que son las distancias espaciales. ¿Por qué en Star Wars, las naves necesitan pasar al "hiperespacio" o por qué el célebre Battlestar Galactica realiza "saltos"? A veces, es difícil para la mente humana hacerse una idea de lo que es el universo, acostumbrada además a viajar a velocidades pequeñas. Pongamos que queremos ir a la Luna en un coche a 120 km/h, tardaríamos aproximadamente 4 meses en llegar. Pero eso no es nada, en llegar a Marte invertiríamos 134 años a 193 km/h; a Júpiter se tardaría 459 años a la misma velocidad, 842 a Saturno y 2.497 a Neptuno. En definitiva, moriríamos de viejos antes de llegar al planeta más cercano a la Tierra. Por esta razón, Luke no hubiera podido llegar a tiempo a Cloud City desde Dagobah, ni Adama y su flota hubieran encontrado Nueva Caprica, sin este recurso tan utilizado en el mundo de la ciencia ficción.
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