James Ephraim Lovelock se ha descrito en ocasiones como un científico de la Tierra y de la vida, creador de la controvertida teoría de Gaia, siempre se refiere a la Tierra como algo vivo. Para él, Gaia es un ente vivo capaz de autorregularse para seguir conteniendo vida en su interior. Desde la perspectiva de su teoría gaiana, Lovelock nos hace ser conscientes de la gravedad de nuestra situación. A veces, los individuos sufren una enfermedad llamada policitemia, una superpoblación de glóbulos rojos que hacen más daño que bien. Por analogía la enfermedad de Gaia podría llamarse "poliantroponemia" en la que los seres humanos la superpueblan. Esta enfermedad no sólo afecta al cambio climático, manifiesto en la sequía, el calor y el aumento del nivel del mar. Hay que tener en cuenta también que la química del aire y los océanos está cambiando y el mar es cada vez más ácido.
Podemos hablar de desarrollo sostenible, de huellas de carbono, de energías más limpias y renovables, pero llegados a este punto, parece imposible revertir los cambios adversos que ya han comenzado. Pese a ello, tenemos la esperanza de vivir en un planeta que se autorregula para mantenerse habitable, el estado de calentamiento en el que Gaia podría replegarse debido a su enfermedad será incómodo pero no letal.
No obstante pese a ser inevitable, contamos con numerosos recursos para frenar el cambio, Lovelock apuesta por el uso de las energías nuclear y termosolar, no sólo por tratarse de las más limpias y rentables, sino porque proporcionarían en el futuro una civilización compacta que permitiría la síntesis de alimentos reduciendo su impacto en el planeta, y el expandido desierto de este calorífico planeta constituiría una abundante fuente de energía solar. Dicha civilización daría la oportunidad de dejar de ser una carga para la regulación de Gaia. También nos habla de geoingeniería; métodos físicos paliativos tales como la manipulación del albedo planetario; geoingeniería biológica, que incluye la fertilización de los sistemas de las algas marinas con hierro; y geoingeniería gaiana que incluye cambiar la naturaleza de retroalimentación climática de positiva a negativa, por ejemplo mediante la captación de dióxido de carbono de la atmósfera.
Lo verdaderamente importante es que la Humanidad debe sobrevivir a este cambio, y que nuestros descendientes sepan hacerlo de una forma aún más próxima a Gaia.
Perfestro
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